Bodega la Plata

Situada frente a uno de los primeros estudios que tuvo Picasso en Barcelona, es decir cerca de la calle Aviñó, dónde se inspiró para pintar el cuadro las señoritas de Avignon,  esta pequeña bodega ocupa la planta baja de un edificio del siglo XVII. Desde que tengo uso de razón gastronomica paso por este establecimiento único en su genero. La oferta es corta y buena: pescadito frito, generalmente boquerones o sonsos. Una ensalada verde, con tomates de los de verdad, más una cebolla de matizada potencia, “una amanida catalana” tan sencilla como sabrosa y bien aliñada. Anchoas de medida salazón, igualmente aliñadas con mano virtuosa, potenciadas por unas aceitunas arbequinas simples y sencillas, de sabor extraordinario, sin olvidar la butifarra, son el tapeo que práctica una parroquia fiel, que sabe apreciar un vino a granel servido en porrón.
La Bodega la Plata es uno de los últimos bares que queda en el casco antiguo de Barcelona, sin haber recibido la visita de un diseñador perverso o de un constructor destructor. Por todas estas razones esta bodega de cabecera suele estar llena de un publico jovial, tranquilo, que no duda en comer de pie o incluso en la cera unas tapas hechas al momento. Entre el vino tinto y el blanco, me quedo con este último. Atención al vermut que es de primera.
A veces pienso que el gran Boccherini se inspiró en esta bodega para componer la partitura titulada Los españoles se divierten en la calle.

Miquel Sen

Calle de la Mercé 28
Tel 93 315 10 09