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EL TEMAMACARRONES RELLENOS DE CARRILLERAS, LA RECETA DE LA XARXA, Y EL VINO FINCA GARBET DE PERELADA. POR MIQUEL SEN

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RESTAURANTE YUE LAI

Ronda Sant Pere , 45 · Barcelona

Masia Can Roca: bocados de tierra [ Ir a LUGARES CONCRETOS ] [ Volver ]
 

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Desde hace 30 años,  veo desde mi balcón una vieja masía y sus huertos.  A veces se oyen los tractores que pasan entre las tierras cargando peronas, habas, calçots, se ve el trajín de los invernaderos, huele a ciemo según venga el viento del mar al mediodía a dar portazos.  En medio de la Tiana noucentista que pintó Lola Anglada, con sus casas y sus jardines, sus  niños cándidos hablando con lagartos y mariposas, existe una  Tiana más realista que ha sabido perdurar a la especulación inmobiliaria gracias al contacto con el arado y la cepa recuperada., a la necesidad  “dels  de ciutat” de veranear  y comer  como antaño, o lo más parecido posible…Negocio, al fin y al cabo, sí, pero negocio  más seguro que el ladrillo en tanto en cuanto contribuye a mantener paisaje y paisanaje y no a cargárselo, negocio que hoy entronca gastronomía local, con tradición, KM0 y proximidad, tres ases ganadores en las nuevas tendencias culinarias, reflejo, como siempre, de un  imaginario social que va más allá del terreno alimenticio.


Así, después de 30 años y de algunas luchas intestinas por resolver,  este pueblo empieza a vislumbrar  un futuro distinto a fuerza de recuperar esas señas de identidad que la situaron en el mapa del Maresme como uno de esos  idílicos lugares donde echar raíces.  Con un paseo atento por el pueblo y una predisposición necesaria hacia la serenidad, uno se percata que hay en Tiana más  cera que la arde en los folletos inmobiliarios, y, nuestra búsqueda, en esta noche de agosto,  de una mesa entre huertos, es casi un pequeño viaje iniciático. 
Recomiendo, pues, además de una cena en esta masía que lleva abierta casi 40 años con la misma familia al frente, dejar el coche a un par de kilómetros y llegar caminando, sin mucha prisa. Seguir el camino de  una de las rieras del pueblo y adentrarse en un caminito sin asfaltar que  lleva directamente hasta la puerta, pararse en algún punto en  el que pueda  vislumbrarse el mar, acercarse, con cuidado de no molestar a los perros guardianes y a los conejos que hacen sus madrigueras entre las cepas, a los viñedos de esta pequeña DO Alella,  la más antigua de Catalunya, comprar unas surfinias  explosivas para colgar en el balcón, llevarse una matita de hinojo fresco  en el bolsillo para aromatizar el pescado. Del campo, siempre hay que “robar algo”….


Llegar al caer de la tarde es una buena opción. Cuando todo el mundo anda por las playas de Montgat, Masnou, Vilassar, Can Roca y su entorno es un oasis de paz que se disfruta aún más que en uno de esos domingos de invierno en los que hay que llamar con antelación de dos días y escoger turno o soportar una hora de cola  en este patio fantástico que hoy disfrutamos casi en silencio. Un espacio acondicionado ahora como comedor de verano con el que todos soñamos cuando el barullo estival de la marabunta veraneante nos agobia.
Los propietarios gozan de una popularidad en el entorno que les ha permitido mantener este enclave durante  cuatro  décadas. Los clientes pueden aparecer desde  Badalona, Montgat, Alella, San Fost, etc. El boca a boca ha servido de sobras para darse a conocer, la costumbre de muchos catalanes de celebrar domingos y fiestas de guardar en enclaves cargados de simbología nacional ha hecho el resto. De ahí que la carta, hasta ahora, haya permanecido inmutable, con pocas variaciones, tanto en platos, como en los productos  a utilizar. El comensal de Can Roca- que nada tiene que ver con los hermanos estrellados- llegaba  empecinado, dispuesto a comer la escalibada de Can Roca, con pimientos, berenjenas y cebollas de Can Roca. En la época de calçots la gente llega en romería, las habas se esperan  con deleite, las alcachofas no dan abasto entre las brasas en invierno, el pollo de pagès con ciruelas y piñones es un clásico inamovible, igual que el fricandó. No hay que ser un lince para darse cuenta de que hablamos de platos totémicos de la cocina catalana y para Can Roca es un deber sagrado encomendado por su pueblo conservarlo en su carta como si fueran el Santo Grial.  Nacionalismo gastronómico sin haber leído a Marià Aguiló…..
Con todo, el Comensal de can Roca es variopinto y multilingüe, como dicta la pragmática del empresario, así que nos saludamos en la lengua  híbrida que haga falta, como hace 30 años. Pedimos algunas cosas que ya conocemos y otras que probamos de la carta de verano que ahora inauguran, más un vino  de la tierra- Foranell, pansa blanca- que nos sabe poco ácido, como cabe esperar de una tierra  que está continuamente masajeada por la brisa marina. Mejor de pansa blanca, nos aconsejan, y como conocemos la mano  que nos da de beber, asentimos con gusto.


Llega una ensalada muy fresca de la La Nuri con higos de temporada y queso de cabra. La lechuga maravilla cruje, los higos están dulces y el queso puede mejorarse. La coca está sublime con un pimiento extra dulce, asado a la perfección,  un pan ni grueso ni fino que es todo pan-pan, y olivada  en  su cumbre. Magnífica. El carpaccio  de bacalao es algo menos “de la casa”, pero hace calor y refresca. Hay que reconocer, sin embargo,  que  el tomate rallado como guinda es tan sabroso   que mejora infinitamente un plato sin sorpresa. Tirando de producto….
Mi acompañante- más  antiguo que el restaurante- se pide esas galtas de cerdo que le pierden, con esas patatitas fritas caseras, que todavía le pierden más. ¿Estamos condenados a volver siempre sobre nuestros pasos gastronómicos? Pregunta para otra noche menos estrellada. ..
Hoy tocaba paseo, cena “en casa”, re-descubrimiento de lo que tienes al lado. No vaya a ser que el día que ya no esté lo empieces a echar de menos.

 

 

Por Inés Butrón

Licenciada en filología hispánica por la UB, periodista, escritora y autora de varios libros sobre temas gastronómicos: Ruta gastronómica por Cantabria,  Ruta Gastronómica por Andalucía y  Ruta Gastronómica por Galicia, Salsa Books, Barcelona 2009. Comer en España, de la subsistencia  a la vanguardia. Ed. Península. Madrid 2011"

Can Roca

Camí de can Roca s/n
Tiana ( Barcelona)
Telf: 93 395 07 47
Abierto todos los días,  mediodía y noche, excepto el lunes.
Precio medio 40 euros.