Pintor Fortuny 28 · Barcelona · Telf. 93 412 02 86 · La oferta básica de este horno de pan reciclado son las brasas. Precio Aprox : 25€ Menú calçotada: 30€

En Barcelona ya no es frecuente encontrar restaurantes populares que sean una referencia en sus barrios. El crecimiento urbano, la emigración y el diseño han hecho que muchas casas de comida dejen de serlo. L'Antic Forn cumple con esta función. Hace más de cien años era el horno de pan de muchos vecinos de la Rambla y el Raval. Desde hace 40 años se transformo en restaurante, manteniendo la estructura laberíntica típica de las antiguas tahonas, con su horno y estructuras de ladrillos.
El publicó de esta casa esta formado por clientes de toda la vida y jóvenes ligados a las actividades culturales de las entidades próximas. Todos ellos saben que en el Forn plantean un menú económico, en el que el arroz negro con alioli, las ensaladas con mozzarella o la sepia guisada están cocinadas según los criterios de las antiguas fondas. Para ello Pedro Fuentes y su esposa Jerónima realizan una labor intensa entre los comensales que forman, prácticamente, una familia.
La oferta básica de este horno de pan reciclado son las brasas. De acuerdo que existen buenas recetas de arroz y de bacalao, este ultimo, confitado, con tempura de verduras, pero la tentación de probar los platos típicos de la cocina de masia es muy fuerte, por lo que los calçots, el cordero y la butifarra a la parrilla, con guarnición de alcachofas y alubias, la contundente realidad de la espalda de cordero asada al horno, o el aroma tan sugerente de las butifarras del Pallars Sobira, en compañía de patatas fritas y alioli, definirá nuestro menú.
Con la misma cocción, los aficionados al pescado encontraran salmón, merluza, lubina y dorada, siempre a un precio ajustado, con el gusto tan especial que da la parrilla y la plancha. Dado que estamos en un restaurante que fue horno de pan, la carta plantea una buena serie de pizzas artesanas, con la clásicas margarita y napolitana o la original ojo de buey, que debe su nombre a la presencia de un huevo que contrasta entre la base de tomate mozzarella, orégano, jamón dulce y alcaparras.
Los postres responden al mismo criterio de restaurante casero. Son de elaboración propia y no falta el mel i mató, la crema catalana, el pudín o las peras con chocolate caliente. La carta de vinos es corta pero adecuada conceptualmente al publico, al menú y a la carta de parrilla.

Miguel Sen