Eladio Piñeiro fundó en 1983 la bodega Mar de Frades que muchos recordamos por ser un punto de ruptura dentro del panorama vinícola de Rías Baixas.
Ahora, trabajando viñedos propios con criterios de transición a la biodinámica está logrando blancos muy personales, apoyándose en la situación privilegiada de su finca dentro del Val do Salnés.
Vendimia a mano, hace selección en bodega dejando una maceración próxima a las 10h y posteriormente realiza la fermentación espontánea con sus propias levaduras salvajes. Para ello emplea la técnica del pie de cuba.
Sus vinos tienen una crianza sobre sus propias lías finas de 6 meses, realizándose batonage mensual. Se embotelló en julio del 2019. En la copa vamos a encontrar las virtudes de la variedad albariño cuando responde a viñedos de 36 años, con rendimiento máximo por hectárea que no alcanza los 8.000kg.
Poderoso por su mineralizad, su toque salino en el olfato encontramos toques a manzana e hinojo muy precisos potenciados por la acidez que le da un final largo. A destacar que el tapón está elaborado con caña de azúcar, regula la entrada de oxígeno y consigue una huella de carbono 0. Otro hito logrado por don Eladio, con su botella azul.